Fecha: 12-2-2012
Participantes: Silvia y Fernando
Distancia: 11,2 km.
Tiempo: 3 horas
Dificultad: Media sin dificultades técnicas (excepto un tramo con sendero alternativo PR-CV-63.9)
Recorrido: Puente sobre el río Palancia-Cordel de Castelnovo-Navajo de León-Calera
de San Antonio-Ermita de San Antonio-Sot de Ferrer-Molino de Los Calores y El
Caño-Camino de el Río-Acequia-Puente sobre el Palancia.
Acceso: Desde la Autovía Mudéjar A-23, tomamos la Salida de
Soneja. Bordeamos el pueblo por la carretera CV-230 hacia Azuébar. Dejamos el
vehículo tras pasar el puente sobre el río Palancia.
Recomendaciones: Llevar protector solar, agua y calzado de
montaña. El camino del río y la acequia, no están marcados, pero podemos tomar
la alternativa del sendero PR-CV-63.9 que va de Sot de Ferrer a Soneja. El tramo de la
acequia puede resultar peligroso en algún punto si no se va con paso firme o se
tiene vértigo aunque no haya demasiada altura.
Soneja y Sot de Ferrer son dos municipios ubicados en el Alto Palancia y que se encuentran junto al curso de dicho río. Estos municipios
se encuentran a caballo entre la Sierra de Espadán por el Norte y la Sierra de
La Calderona por el Sur.
Comenzamos nuestra ruta en las proximidades de Soneja, justo
tras pasar el puente sobre el río Palancia, siguiendo la carretera CV-230 que
va hacia Azuébar. Seguimos las señales del sendero conocido como PR-CV-320, camino de
la Dehesa. Tras realizar unos metros de camino de tierra, la senda comienza a
ascender hacia nuestra izquierda, pasando entre pinos carrascos, romeros,
brezos, coscojas…
Siguiendo la senda sin parar, llegamos descendiendo
ligeramente hasta un camino conocido como Cordel de Castelnovo.
Lo seguimos unos metros hasta abandonarlo, tomando un camino rural que entre campos de algarrobos, olivos y naranjos, alternando con zonas de pinar, nos llevará hasta la unión con el sendero local SL-CV- 116, que viene desde Sot de Ferrer y tomaremos el desvío hacia el Navajo de León.
Se trata de una construcción rural en piedra de más de cien
años, que tenía como fin la recolección de las aguas de la lluvia y
almacenamiento. Esta agua cumplía su función para calmar la sed del ganado,
pastores y cazadores.
Abandonando el Navajo de León, seguimos la senda, y tras
pasar junto a una explotación de cítricos, en pocos metros nos encontramos con
un desvío que desciende hasta la conocida calera de San Antonio. Esta
construcción de piedra en forma de pozo circular fue utilizada hasta los años
sesenta para fabricar cal con piedra caliza sometida al efecto del fuego.
El proceso consistía en disponer la piedra a modo de bóveda,
y encender fuego en la parte baja, hasta calcinarlas, llegando a alcanzar los
1000 ºC y manteniéndose durante 3 días y dos noches. El material obtenido se
utilizaba para elaborar mortero de cal, blanquear paredes o desinfectar árboles
pintándolos, así como también aljibes y o tras estancias.
Decidimos volver por un sendero diferente marcado con las mismas señales, para volver de nuevo al punto donde nos habíamos desviado.
Tras retroceder, tomamos dirección hacia la ermita de San Antonio. Se trata de una ermita con planta de cruz latina, con origen en 1681.
Descendemos hacia la población por un encantador Calvario
zigzageante que tiene sus muros encalados en blanco y todo festoneado de
cipreses.
Una vez en la población, merece la pena acercarse al
conjunto de la Iglesia de la Inmaculada y el Palacio del Señor, edificación
civil gótica con bellas ventanas.
También en la plaza podemos acercarnos a un antiguo pozo medieval. A pocos metros de allí, tenemos también el lavadero.
Saliendo de la población en dirección hacia Soneja, nos
encontramos con los paredes de lo que fue un antiguo molino desviándonos unos metros hacia la izquierda camino del río, así como un salto
de agua conocido como El Caño.
Tras buscar el puente sobre el río Palancia y cruzarlo, nos
desviamos por un camino de tierra a nuestra izquierda junto al puente, que tras
pasar por debajo de él sigue junto al río. Una vez se acaba este puente
bordeamos unos bancales hasta llegar a un punto donde nos encontramos con una
acequia con agua, que nos lleva junto al río por un paisaje encantador hasta
un camino que pasa junto a diversos huertos.
Sin abandonar este camino, llegamos de nuevo al puente junto
al puente que nos lleva de nuevo hasta el punto donde habíamos comenzado
nuestra ruta.
La otra opción sería ir hacia Soneja por el camino que surge a la derecha tras pasar el puente de Sot de Ferrer sobre el río Palancia, tomando el sendero PR-CV-63.9
Fuentes: